El antiguo Egipto: en el antiguo Egipto se prestó mucho interés al peinado. La estatua que se conserva de la princesa Nofret (que vivió hacia 2500 a.C) la muestra con diadema y una melena corta muy esponjosa y muy cuidada.
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Princesa Nofret
Sin embargo, los recursos que se usaban eran muy diversos y refinados: lisos, rizados, trenzas y trencitas, gran variedad de tocados y accesorios, cabezas afeitadas -totalmente o en parte- y, sobre todo, pelucas y extensiones
La Antigüedad clásica: el estilo de peinado en la época clásica nació en Grecia, perduro en Roma y se recupero en la época del Renacimiento.
Se caracterizaba por las melenas onduladas sueltas y en movimiento. Es muy característico en los hombres que, además, lucían barbas exuberantes. Estos rasgos del cabello se los atribuían a sus dioses al representarlos.
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Las mujeres se caracterizaban por sus cabellos largos, que lucían con grandes trenzas, u ondulados sobre los hombros o la espalda sostenidos por una diadema.
La Edad Media: en la Edad Media europea, imbuida de religiosidad cristiana, prevaleció un estilo austero y sobrio, se relajo el interés por la estética que había caracterizado a las épocas procedentes y reinaron los peinados sencillos, con escaso lucimiento y pobre ornamentación.
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También era habitual esconder el cabello detrás de túnicas, capuchas, gorros o sombreros.
El renacimiento y el Barroco: con el renacimiento se recupera el ideal clásico de la estética, las cabelleras vuelven a lucir y los peinados vuelven a estilizarse.
Este refinamiento se acentúa con la llegada del Barroco, en el que todo se sobrecarga y se vuelve pomposo. Es el momento de las pelucas, los tirabuzones y los empolvados; tanto para hombres como para las mujeres. El cuidado del cabello marcaba además las diferencias sociales.
El siglo XIX: tras la revolución francesa, la sencillez y comodidad sustituyo a la ostentación y volvió la estética del pelo natural, con poca sofisticación, y en mujeres, con recogidos simples con cintas o peinetas.
Esta tendencia se acentúa como la llegada del romanticismo en la que el cabello natural, desordenado y libre va pareja al sentimiento que de libertad individual que prima con esta época.
Los felices años XX: la incipiente liberación de la mujer, a principios del siglo XX, tuvo su contrapartida estética en los años veinte con el pelo corto -{estilo garzón},cómodo y practico, que caracterizaría a la mujer moderna.
En la estética masculina se impuso el cabello corto y el uso de fijadores, en lo que hubo cierta exageración.
La segunda mitad del siglo XX: dos aspectos marcan la evolución de los peinados tras la segunda guerra mundial, los avances industriales y tecnológicos y la influencia de artistas como modelo.
Las estéticas se van diversificando y casa persona toma su referente: los Beatles, Elvis Presley, John Travolta o Bob Marley son algunos referentes masculinos, de la misma manera que Marilyn Monroe, Brigitte Bardot o Cher pueden serlo de la femenina.
Sin lugar a dudas, a partir de entonces el look adquiere un nuevo significado y se convierte en una de las señas de identidad mas características de la persona.
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| John Travolta |
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| Marilyn Monroe |
Las tendencias del siglo XXI: es el siglo de las tendencias, difundidas también por figuras destacadas de la música, el deporte o el espectáculo,con las que cada persona se identifica.
Las tendencias son muy variadas y diversa,pues se mezclan concepto, culturas y estilos diferentes, dando lugar a una creatividad estética y de peinados sin precedentes, en la que todo tiene cabida: encrespados, crestas, accesorios, complementos , rapados, rasas, tupes, extensiones de quita y pon, colores, formas, combinación de estilos ....etc.
Las tendencias ademas son mas globales: van mas allá de las barreras geográficas y territoriales, y efímeras: casa vez duran menos, incluso menos de una temporada.
